y mas injusto aún que sea en vano,
lo que nunca callo, me obligas a callarlo
y lo que tengo me obligas a dejarlo...
Por momentos es un hastío este cansancio,
insoportable tal vez, pero nunca ajeno,
está impregnando a este corazón
que palpita fragil, temeroso y sin consuelo.
Autor: Fernando Delfino
No hay comentarios:
Publicar un comentario